Cerremos los ojos y visualicémonos con túnicas blancas y pies descalzos.
Nos encontramos reunidos al inicio de un camino que se encuentra en medio de un bosque hermoso, rodeado de los más verdes árboles y las más bellas y coloridas flores y frutas.
Es el camino de la Curación y el Perdón, un camino sencillo pero liberador.
El Sol brilla más que nunca, su energía proporciona calidez a nuestros cuerpos mientras hace una brisa deliciosamente refrescante.
Mientras sentimos un césped suave a nuestros pies, empezamos entonces a caminar juntos, respirando profundamente y disfrutando del aire puro que nos proporciona el entorno.
A medida que vamos avanzando encontramos a nuestro paso todas las personas y situaciones que nos han hecho daño en el pasado o que nos han alejado de esa Presencia de Dios que habita en nuestro corazón y las invitamos, a que se integren a este camino diciéndoles a ellas así como a nosotros mismos: Te doy mi amor y mi perdón.
Seguimos avanzando Todos mientras nos sentimos unidos y en una profunda paz.
De repente estalla a nuestro alrededor un poderoso pilar de fuego violeta que quema, consume, disuelve, transmuta y libera todos nuestros errores, todas nuestras apariencias, impurezas e imperfecciones y todo aquello que nos este alejando del cumplimiento de nuestro Plan Divino.
Sintamos con todas las fuerzas de nuestro corazón esa sensación de curación, perdón, libertad y amor compasivo que se respira en el ambiente.
A medida que seguimos caminando vamos visualizando la cima del camino, observando todo a nuestro alrededor del más bello color verde y violeta que podamos imaginar. El gozo y el agradecimiento que sentimos son inmensos .
Nos acercamos cada vez mas al final del camino sintiéndonos sanos y libres.
Hemos llegado a la cima donde nos postramos de rodillas ante la Presencia de Dios representado por medio de un Corazón ardiente, radiante y brillante como el Sol.
Le damos gracias a Dios por habernos permitido recorrer este hermoso y sencillo camino de Curación y Perdón que nos conduciría hasta El para decirle que hemos dejado ir todo aquello que nos producía sufrimiento y alejaba de su Presencia.
Ahora estamos listos para unirnos a El y ser UNO para cumplir su Voluntad, que siempre es el BIEN, vivir Felices, en Paz, Saludables, Prósperos y rodeados de Amor.
Damos también infinitas gracias a todos aquellos seres de luz que sirven en la curación y el perdón de la Tierra porque nos han asistido hoy en este camino.
Ahora, hacemos 3 respiraciones profundas antes de retornar de nuevo a la sala y abrir los ojos.
